jueves, octubre 04, 2007

El espiritu del MTB

Puff, hace ya casi dos meses que escribi el último post en este blog (ja! como si alguien me leyera) en fin...
He estado realmente ocupado, en verdad que ya casi no tengo tiempo, he tenido algunos contratiempos, desamores (que raro!), pero lo más importante creo yo, es que he abandonado a mis dos reinitas (una Scott Voltage YZ3 y una Cannondale Prophet) y eso en verdad que duele dentro muy dentro...
Pero bueno, esas historias se escribirán en un futuro no muy lejano, porque este blog, se ha vuelto como mi confidente personal y hace falta desahogarse un poco.

Weno, pero ese no es el motivo de volver a escribir, sino que quiero compartir algo que "El Doc Randxerox", administrador del Foro Pumpkin MTB, escribió en unos foros de ciclismo, que a mi en lo particular, me gusto mucho. Lo transcribo tal cual, sin falta de comas o puntos, esperando que los lectores de este blog, se sientan identificados, y los que no, que comiencen con el gusanito de vivir y sentir la montaña.

"¿Y que rayos estoy haciendo? (parte II)"

Continunado un poco con la reflexión anterior y debido a la respuesta que tuvo mi mensaje, añado una segunda parte que originalmente iba a estar en la primera, pero por diversas circunstancias no lo hice:

Cuando me preguntaron y yo sólo me respondí, recordé el por que...
Por que detrás de esa subida asfixiante, está una vista inolvidable. Por que detrás del infernal calor de 50 grados en el desierto, encontrar esa planta que nadie más verá. Recorrer un mundo de paz y tranquilidad que hace mucho perdimos, y que nos hemos obsesionado en dejar atrás. De comer esas tortillas hechas a mano por la sabia anciana que te cuenta cuando nació el paricutín devorando dos pueblos surginendo de la nada. De conocer amigos entrañables que ya se han ido, pero que vivieron haciendo lo que les gustaba. Compartir con tus amigos las penas, pero mientras vas pedaleando, tus problemas personales se van disipando. De exploraciones en terrenos que no han visto huella humana en décadas.

Ver un águila libre a menos de 10 metros de ti, y que siga tu camino desde el aire. De casi matarse, para no aplastar a un armadillo. Ver cómo corre el agua que surge de un volcán extinto. Subirse a una torre de guardabosques, recordando que lo habías visto en una tele en blanco y negro hace muchos años. Cruzar arroyos de agua clara sin rastros de basura. De olvidarte que tienes asma, o que según tus padres tienes un problema cardiaco, y tu estás ahí.

Ser sorprendido por una nevada y buscar refugio esperar no encontrarlo. Los niños que se acercan a ver tu bici que no se parece a la que tienen, y ver que casi ruedas tan rápido cómo ellos cuando van a la escuela a kilómetos de distancia. De saborear la navidad cómo cuando eras niño, para encontrar esos guantes o esos lentes que tanto querías bajo el árbol navideño.

Que tus amigos que se sintieron al fin papás cuando su hijo les pidió una bici. Que tu mujer harta de tus ausencias, se haya decidido a acompañarte en la bicicleta. Del perrito que adoptaste cuando lo encontraste enmedio del camino.
De dejar asombrado al señor que te dijo por dónde era "x" lugar, y creyo que no ibas a pasar, y tu brincando sobre las piedras te alejas dandole las gracias. De esas desmañanadas que valen todo un día en la sierra. De terminar esa ruta a cómo de lugar aunque el lodo te llegue a las rodillas, y llegar a tu casa a subir las fotos para compartirlas con los amigos.

No olvidaré el día en que por un problema neurológico quedé en una silla de ruedas, y tardé meses en al menos poder caminar sin un bastón, mi mayor depresión era el no poder salir en la bicicleta.

Si, estoy y estamos locos por que no nos quedamos en un sillón a ver cómo 22 individuos y un árbitro sudan por 90 minutos mientras se nos endurecen las arterias.

Por que ya no lo consideras un deporte, si no una forma de vida.
Por que no te importan las competencias, si no tardarte lo mas posible en llegar a tu destino.
Por que tu perro te acompaña y no engorda echado en un sillón.
Por que 5 minutos de descenso sobre raíces y escalones valen mas que 8 horas de función esterlar en la tele del domingo.
Por que vas a ver a Dios cuan grande es en la montaña, y no encerrado en un edificio gris.

Si, puede que esté loco, pero si supiera que moriría pronto me gustaría ir rodando hasta un paraje, y quedarme bajo un árbol junto a mi bicicleta, esperando a la catrina que sé que puede llegar pedaleando.

Un saludo!
Randxerox.

En memoria de Ricardo López Urrutia (Rich), a quien conociera en la
bicicleta, y que juntos hicimos el concierto de "rodillas tronantes"
en el Pueblo de Espíritu Santo."