Muchas veces se piensa que una bici es sólo fierro, aluminio y grasa en manos y ropa, pero habría que preguntar a la talentosa comunidad friraidera o a las personas que se precien de tener pasión por las biclas; si, los artefactos muchas veces limitados al papel de “juguetes”, cosas que aparecen en los arbolitos de navidad con la llegada de los reyes magos, son meros artículos de ornato o propósito de año nuevo.
Muchas personas que ahora nos escuchan han adquirido una gran pasión, para muchos es su alterego, es la validación o la adquisición del estilo de vida del que les hablo, es ímpetu por la vida, es desmadre móvil y movilidad que da al desmadre, y como ya se ha dicho es pasión, un estilo de vida, como el panbol, pero sin ser tan naco, aunque hay muchos cletos que para eso se pintan solos.
Bueno es como cualquier cosa pero sin el fanátismo/mercadotecnista/estupidizante, tal vez sea por el hecho del mismo deporte, y la no difusión que hasta ahora se ha experimentado en este país y un mundo de panboleros y gente así, bueno, sin ánimo de hacer detrimento de lo que a los otros les gusta.
Lo que a nuestro parecer significa la bicla, andar en bicla, comprar una bicla, armarla, porque el armar una bici tiene su gran crédito, desde la elección de las piezas, condicionada por factores que van desde gustos, preferencias, necesidades y quizás la mas importante, la economía, y por supuesto el montaje, que puede ser una terapia de introspección o una tertulia chelera con los cuates y los consejos de los que más saben y esos no se localizan en una oficina de ciclistas, ni en un programa de TV, los podemos leer y revisar una y otra vez en las revistas especializadas europeas y gringas pa los mas entendidos, en la internet, que a falta de una cultura ciclista propia, nos obliga a acudir a estas fuentes. Así que queridos escuchas y riders, cuando uno encuentra una pasión o se deja encontrar por ella, lo único que sigue a eso es dejar que los verdaderos amigos y amigas lleguen con esa pasión, que lleguen hasta tu lugar de descanso y reflexión ya por una invitación o por azares del destino y una que otra personalidad chillante y rebelde sin previo aviso.
Lo que a nuestro parecer hace coincidir a cada uno de los que formamos parte de esta gran comunidad talentosa friraidera, es el objetivo común de echar desmadre sobre ruedas y cuando uno baja de la bicla, es llegar hasta el lugar más lejano, desde el punto más alto, bajo una fría tormenta o un sol radiante y quemante, que deshidrata cada poro de tu piel y los ánimos que en ocasiones parecen no saciarse con el propio sudor que escurre por el cuerpo, compartir el agua con un amigo que se esfuerza junto a ti o recordar las andanzas del grupo de talentos que siempre te acompaña, que algunas veces no son el mismo rostro ni expresión, pero que sabes siempre están ahí, junto a cada uno, para hacer de la rodada una especie de carnaval y eso mismo es lo que nos une e identifica, lo primordial e inmediato es una bicla o un montón de ellas, con dos es suficiente, lo siguiente es el desmadre, citado hace un rato, ese desmadre que nos diferencia, pero a la vez una misma cosa, amorfa e infecciosa, una situación de ser el mejor y no llegar a ser el peor, en eso radica lo carnavalezco de las biclas y las rodadas en grupo, el no dejar un espacio en blanco, es una invasión hacia adentro y afuera, el transgredir las normas sociales e imponer las propias, para nosotros, como individuos y como una especie de mancha voraz que en la vorágine arrasa con todo como un huracán, no deja trinchera sin explorar, ni banqueta sin ser perpetrada, ni una escalera, ni drop, no hay nada fuera de nuestras reglas, las que imponemos y sin mas desechamos, cuando ya no sirven a nuestros propósitos.
Eso por lo que respecta a las salidas en grupo, pero qué hay con las salidas en solitario? La intención primordial de la bicla es que no necesitas de una organización o desorganización de weyes desmadrozos, basta con la determinación de poder pedalear hasta donde tus instintos y sentidos te lleven, ya sea ir por las tortillas o recorrer grandes distancias y hacerte de kilómetros, para rodar, para pensar, para reflexionar y para estar contigo, para disfrutar de los paisajes o escapar de una realidad absurda y estresante a causa una ciudad que no respeta límites ni valores ni culturas, mucho menos ciclistas, llámense taxistas o microbucerdos, o prepotentes señoras de Polanco, y al final del día de pedalear, la sensación de libertad y poder rodar en los lugares que tu mismo elijas, es el mejor regalo y trofeo que puedas obtener, es la sensación de independencia y la convicción de ser un talentoso friraider.
Así que queridos escuchas, amantes de las biclas, pero sobretodo amigos y amigas incansables, bueno no son tan cabrones jaja, este homenaje de aniversario, es para todos nosotros, este agradecimiento es para cada uno de los que estamos juntos y que aunque solos, formamos parte de este desmadre y esta hermandad, feliz desmadreaniversario.
